lunes, 19 de noviembre de 2012

Primera imagen pública


Hasta el 15 de septiembre de 1999,  la cara de Amancio Ortega era todo un enigma. Durante años, el dueño de Zara, disfrutó del anonimato, y era de su agrado; como él decía, podía pasear tranquilamente con su mujer por la playa, o salir a dar un paseo sin que le reconocieran.
Llegado ese día el, por aquel entonces, director de comunicación, se acercó a Amancio y le dijo que se encontraba realizando unas memorias de la empresa, pero que en todas ellas solía aparecer una carta y fotografía del presidente.

La trama discurrió así:
- ¿Cuánto nos llevará? -preguntó Amancio.
- Unos quince minutos.
- Pues me la hago.

Y de esa manera se enfundó una americana, sin corbata y se presentó en sociedad con sesenta y tres años, a todos aquellos que no le conocían y a los que le conocían sin reconocerle.
A partir de ese momento Amancio Ortega deja el anonimato.



Saludos.


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